Este sistema de recogida neumática consiste en la disposición de una serie de puntos de vertido o buzones situados en la calle, porterías o zonas comunitarias de los edificios, todos conectados por una red de tuberías subterráneas a un punto central de aspiración, donde se recogen y compactan los residuos en contenedores que una vez llenos se llevan a la planta de tratamiento. Este sistema permite depositar la basura cualquier día del año a cualquier hora del día, no genera malos olores, reduce el tráfico de vehículos y mejora el impacto visual. Además, el aire utilizado se libera a través de una cubierta vegetal que retiene las partículas y elimina los malos olores.